Los constantes cambios en el mundo contemporáneo hacen que los docentes deban desarrollar nuevas competencias y habilidades a modo de dar una adecuada respuesta a las exigencias que la sociedad hace a la educación. A diferencia de lo que ocurría hace 100 años, en la sociedad actual resulta bastante fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren (siempre que dispongan de las infraestructuras necesarias y tengan las adecuadas competencias digitales; en este caso: estrategias para la búsqueda, valoración y selección de información). No obstante, y también a diferencia de lo que ocurría antes, ahora la sociedad está sometida a vertiginosos cambios que plantean continuamente nuevas problemáticas, exigiendo a las personas múltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo...) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con éxito. Todos estos cambios han impactado al sistema educativo universitario en el mundo estableciendo una nueva concepción filosófica en los docentes y en las instituciones de educación superior. Esta realidad conlleva al surgimiento de nuevos requerimientos y prácticas de gestión para el docente, para responder de forma eficiente y efectiva a los cambios que experimentamos hoy en día en este sector. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC a partir de ahora) favorecen, claramente, la idea de que lo verdaderamente importante es la consecución de unos objetivos y un grado óptimo de calidad más que la presencia física en un lugar y tiempo concretos a la vez que permiten generar espacios virtuales compartidos (de relación, de formación, de investigación, de trabajo). La sociedad de hoy exige de un hombre capaz de adaptarse a los cambios, porque lo que otorga valor y progreso a una sociedad no es la centralidad del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento e información para generar nuevos conocimientos. Es función de la escuela brindar una educación congruente a las demandas de esta sociedad y para ello, será necesario contar con docentes innovadores, con habilidades y competencias acordes al siglo XXI.
DIEZ COMPETENCIAS QUE DEBE POSEER EL NUEVO DOCENTE
1. Organizar y animar situaciones de aprendizaje Implicar a los alumnos en la participación y o desarrollo de investigaciones para solventar sus necesidades.
2. Gestionar la progresión de los aprendizajes. Por medio de situaciones problema en relación a su realidad de cada estudiante, pero controlando la disciplina y los fases intelectuales
3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación Fomentar el trabajo en equipo en base a la tolerancia y el respeto a la integridad del otro.
4. Implicar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo Desarrollar la capacidad de autoevaluación.
5. Trabajar en equipo Impulsar a Fortalecer el rol del líder basado en la colaboración del grupo por medio de habilidades de moderación y de mediadores del docente.
6. Participar en la gestión de la escuela Desarrollar competencias de administración, coordinar y organizar los recursos y componentes humanos para el desarrollo de un buen clima institucional.
7. Informar e implicar a los padres de familia Conducciones de reuniones de padres en la construcción de conocimientos por medio del debate.
8. Utilizar las nuevas tecnologías Incorporar los métodos activos postmodernos por medio de competencias técnicas y didácticas.
9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión. Cultivar la competencia comunicacional para afrontar las regularidades del sistema social.
10. Organizar la propia formación continúa Ser constantemente competitivo en un mundo globalizado. Podemos destacar la labor integral del maestro en la vida del hombre, debido a que es él, quien aproxima al discente al conocimiento de la sociedad actual, su labor es indispensable para el entendimiento no sólo de materias sino de su desarrollo humanitario.
Como futuros profesionales debemos cultivar el compromiso para con nuestra sociedad, ser conscientes de la nuestro rol, y el carácter imprescindible de nuestro trabajo esmerado para cultivar una sociedad deseada.
Abg. Arleen Carolina Rivero
